Solo por
dos días gracias a la helada esa, pero se siente rico estar en casa.
Probablemente nunca regrese en la semana de Thanksgiving.
Lo bueno es que aunque fueron dos días menos de lo planeado, los pendientes
urgentes quedaron resueltos.
Es curioso
esperar a comer una hamburguesa Del Río con las mismas ansias con las que antes
esperaba comer una Whataburger.
Es increíble
el ver que es difícil encontrar restaurants mexicanos auténticos en Texas,
siendo estado vecino a México.
A veces las
ideas salen de la cabeza a la computadora para no aburrirse tanto en lo que se
espera la salida del avión.
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