lunes, mayo 20, 2024

Viaje a Helsinki, Praga, Bratislava y Viena

Al ver que tanto viaje como el de los últimos dos años no es sostenible con un sueldo de maestro en Texas, pero que a su vez quedan ya pocos lugares cercanos por conocer, quise buscar los lugares más baratos que valieran la pena. El plan era ir a San Diego, Anaheim (con eso de que los lunes y los martes cierran los museos pero que están abiertos los parques de Disney) y Los Ángeles. Al checar también los vuelos a Europa encontré que ir a Praga al comprar un paquete que incluye vuelo y hotel con desayuno costaba menos que el ir a California. No lo pensé dos veces e inmediatamente hice la reserva.

Al reservar un paquete de viaje, muchas veces sale más barato hacer escalas que no deberían ser necesarias, o escalas de varias horas. Así fue el caso esta vez con el vuelo de ida, que venía con una escala en Helsinki de unas seis horas. En el vuelo de Dallas a Helsinki, cerca de Islandia podía verse algo más claro el cielo entre las estrellas. Gracias a la exposición lenta con el celular, pude ver que era la aurora boreal:

Al llegar a Helsinki, tomé el metro o tren que te lleva al centro de la ciudad y esto fue lo que vi:











Según lo que vi en el Uber que me llevó del centro a una misa en tagalo (la única que encontré) se veía agradable la ciudad para caminar. Puede que algún día regrese, pero eso será sólo un día que vaya a ver el resto de los países nórdicos y será en verano que los árboles están verdes. Al ir de regreso al aeropuerto con muy buen tiempo me voy enterando que el vuelo a Praga había sido cancelado. Me ofrecían un vuelo a Zúrich, Suiza para después de ahí volar a Praga. Por el momento sólo me ofrecieron un voucher de 17 euros para comer algo y me dijeron qué hacer en línea para pedir un voucher por compensación por el retraso de mi llegada a Praga. Esto es parte del aeropuerto de Zúrich, Suiza:



Esto es un resumen de lo que vi los primeros tres días en Praga:






















































































































El cuarto día fui a Bratislava en tren de ida y vuelta. Pude ver todo lo que estaba abierto además de ir al Kaufland a comprar sopas, dulces y chocolates. El Palacio Presidencial de Eslovaquia parece no estar abierto al público:


















Ya desvelado por la desmañanada del día anterior, con tal de aprovechar el quinto día, para ir a Viena tuve que estar en la estación de tren poco después de las 4:00 de la mañana. En Viena hay más cosas que ver que en Bratislava, y como sospeché, no alcance a ver todo lo que hubiera querido, pero ya hay planes de regresar otro día más en octubre. Sin darme el tiempo siquiera de comprar algo de comer, esto fue lo que vi el día que empezó tantito antes y que terminó después del día anterior:
















































































































El sexto día, el último antes de regresar, vi lo poco que quedaba por ver en Praga, tomando en cuenta que algunos lugares estaban cerrados, y uno de los teatros parecía no ofrecer tours. Puede que regrese un verano que todos los árboles estén verdes:






























El regreso con British Airways, con su respectiva escala en Londres fue algo diferente a lo que esperaba. Como con todo vuelo internacional, llegue tres horas antes, pero el módulo de atención de British Airways abría dos horas antes. Una vez que documenté mi maleta pasé a la zona de control de pasaportes. De ahí nos mandaron a una zona de salas donde pasabas por esta tienda Duty Free:

Lo raro es que no nos hicieron pasar por seguridad hasta el momento de abordar el avión, y para esto no vi que avisaran. Solamente vi que la gente empezaba a formarse donde venía anunciado el vuelo a Londres para pasar por el filtro de seguridad. En el vuelo de Londres a Dallas, antes deban una paleta Magnum, así como American Airlines da (o daba) una nieve a la mitad del vuelo. Esta vez se limitaron a dos comidas, siendo la primera la comida completa:

Unas semanas después me llega un correo de Finnair, confirmando si prefería 250 euros por mi vuelo cancelado o un voucher de 375 euros. Escogí el voucher. Con ese voucher reservé otro vuelo a Europa. Confiando en que me darán unos días (junto con el fin de semana y un martes que tenemos libre) para pasar unos días en Madrid y alrededores. Voy a pasar mi siguiente cumpleaños allá. Aparentemente ya dejan tomar fotos dentro de los palacios reales, así parece ser por el hecho de que han subido muchas fotos en Google Maps. 

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