El hecho de
llegar a las 6 de la tarde a tu casa, y ver en el Whatsapp: “Estamos tomando una cerveza en el Twin Peaks
por si os apetece venir” cuando tienes pendientes como el preparar la clase
para el día siguiente no me anima a ir. Según tengo entendido, en España la
gente está acostumbrada a ir a algún bar todos los días, seas rico, pobre,
tengas mucho trabajo o no. El ser maestro (y espero que sobre todo este primer
año) es de mucho trabajo. El estar en la escuela de 8:00 de la mañana a 5:00 de
la tarde para llegar a tu casa a preparar de cenar, lavar los platos, preparar
clase, preparar las cosas para el día siguiente y de ser posible estar listo
para irse a dormir a las 11:00 no te deja tiempo para muchas cosas.
Nunca fui de
esas personas que van seguido al antro (pero si iba y sigo yendo de repente),
pero el llegar al antro a las 12:00 de la noche cuando el día siguiente (sábado o
domingo) hay pendientes que hacer de la escuela yo no puedo desvelarme tanto.
Me he dado cuenta de que soy de esas personas que puede estar muchas horas
trabajando, pero que para hacerlo eficientemente necesito dormir.
Este fin de
semana hubo plan de ir a Santa Fe y Taos. Estos chavos se fueron desde el
viernes con plan de regresar el lunes (día de puente para nosotros). ¿Y el
trabajo que tengo que hacer el fin de semana a qué horas? Supongo que me dirían
“lo haces entre semana”. Pude haberlo hecho, desvelándome. Al estar desvelado,
no rindo igual en el trabajo.
A veces me
siento bastante diferente a los españoles, aunque algunas costumbres y gustos
sean parecidos. Siendo yo de esos que no aguantan mucho tiempo en un mol o en
un outlet, al ir a Dallas esperas ir
de paseo e ir a algún lugar de compras, pero no a museos y antros (OK, no es
Europa ni Nueva York). El planear ir a Florida en Spring Break es para ir a
Orlando e ir cada día a un parque de diversiones diferente (incluyendo, ¿por
qué no?, el de Harry Potter), no solo a dos parques para después ir a Miami (¿a
qué?). Probablemente pasaría (de hacerse ese viaje) que les pase como nos pasó
en Dallas: aunque batallé para llevarlos al Grapevine
Mills y comer en el Rainforest Café,
les encantó.
En verdad admiro
la habilidad casi incansable que tienen los españoles (en general). No dudo que
hay mexicanos que también lo tienen, pero yo soy de la mayoría que no. Cuando
estaba en el trabajo de antes era otra cosa, donde terminaba tu hora y te ibas
a tu casa, pero este trabajo al menos es divertido, cosa que el otro trabajo no
era.
Fue un error
el ir a surtir la despensa (que estaba casi vacía) y las aceitunas (que no aparecen en la foto) cuando llegué de regreso a
Odessa hace dos semanas, porque no pensaba encontrar una casa en la zona sur
que me gustara. Tenía pensado verla por si acaso (y me gustó), pero me doy
cuenta que por lo cerca que va a estar de la escuela, voy a poder levantarme a
las 6:20 y no a las 6:00 de la mañana (y pensar que cuando estaban Miquel y
Sergio me levantaba a las 5:40).
Ahorita estoy buscando aprovechar de todo lo
que hay y buscando comprar solo alimentos perecederos (picadillo, queso panela,
leche y lechuga) porque voy a compartir despensa con otros dos chavos (pero
sigo teniendo mi propio cuarto). Hice galletas de chocolate para acabarme el
bote de cocoa y la harina que Miquel me heredó. Con la harina que queda voy a
hacer un pan de mantequilla con ajo. Quiero pensar en que va a haber espacio
suficiente en la nueva despensa, pero por si no es preferible llegar con la carga ligera. Los Reese's no me encantan pero el verlos blancos es una novedad (los Butterfinger Cups seguramente van a estar mejores). Los Nerds sabor misterio no estaban tan buenos (Sergio seguramente se los come).
Ah, y ya sin
trabajo pendiente de la escuela (de la tesina después hablamos) planeo un
verano con muy buenos viajes.