lunes, diciembre 31, 2018

2018


Este 2018 ha sido un año de contrastes: este ha sido el año en el que más he trabajado y a la vez en el que más he viajado. Empecé este año en Orlando con parte de mi familia:




Regresando a la escuela en enero empezó un semestre sin noticias relevantes: puras clases divertidas de ciencias y una carga de trabajo normal. Para “Spring Break” (alrededor de la segunda semana de marzo) cumplí mi sueño de ir a Rusia, en donde estuve en San Petersburgo y Moscú. Creo que vi lo más importante en cinco días más el tiempo de ida y de vuelta:



















Poco después me piden ayuda para preparer a los chavos de octavo para el examen estatal de ciencias (en lugar de seguir con los de séptimo que tenía). Es aquí donde el trabajo intenso empezó. El preparar clases nuevas y con muy poco tiempo de anticipación fue todo un reto, pero me sentí satisfecho con los resultados. Justo después de eso toca dar esos exámenes STAAR, solo para preparar a los chavos para su examen final la semana siguiente, en el que el último día de clases fue un 24 de mayo. Para el día 28 de mayo estuve llegando a Madrid para estar en Europa seis semanas. Gracias al hospedaje de Javier y Juan, su papa, en Madrid, el de Pablo y su familia en Sevilla, el de Isa y Balle en San Pedro del Pinatar, el de Amelia en Oviedo y los tours que tuve con ellos y con Sandra, David, y Almudena en Murcia, con Puri en Cartagena, con Miquel y Marisa en Valencia, con Silvia, Alejandro y Alina en Castellón, con Ana en Gerona, Besalú y Castellfollit de la Roca y con Nerea y Julio en Madrid hicieron que el viaje estuviera mucho mejor. Estuve principalmente en España, aunque también en Francia, Portugal y un rato en Andorra y esto fue UN POCO de lo que vi:




















































De regreso me quedé tres semanas en Monterrey y lucares cercanos para disfrutar de mi ciudad con mi familia y algunos amigos:









El regreso a clases en agosto fue un shock y ha sido una curva de aprendizaje con cosas nuevas que estamos probando en la escuela. Ha sido más trabajo que nunca, pero espero que pronto puedan verse buenos resultados. En octubre me escapé un fin de semana a Cloudcroft y White Sands Nuevo México:







Y en la semana de Thanksgiving regresé a Nueva York:

















El 20 de diciembre, el último día de clases les encargué a mis alumnos que scaran un presupuesto para salir de viaje. Les encantó la actividad, aunque hubo quien me preguntó cuánto tarda uno en manejar a China. Espero que entre tantas pláticas acerca de estas cosas, el hecho de que en Estados Unidos hay muchas oportunidades para salir adelante y actividades como esta, que haya más chavos que busquen salir adelante, sobre todo si son de escasos recursos. 

El 22 de diciembre llegué a Monterrey, y después de pasar la Noche Buena y Navidad con la familia nos fuimos tres días a La Isla. Vamos a pasar el Año Nuevo en familia.







Ha habido días buenos y días no tan buenos. Me quedo con los momentos buenos, que fueron en los viajes en todos los meses del año (excepto en febrero, abril y septiembre), con la familia, los amigos además de los buenos momentos en la escuela. En este 2019 espero ver a algunos amigos antes de regresar a Odessa. ¡Feliz Año!