sábado, septiembre 19, 2020

San Antonio y Austin

Eso de revisar trabajos en línea no es lo mío. Junto con mi equipo de trabajo hemos estado viendo manera de seguir enseñando cada vez mejor, pero a la vez reduciendo la carga de trabajo. En este proceso de transición de pasar de dormir cerca de tres horas en promedio por noche a casi seis se acomodó poder agendar una escapada enfocada en ver principalmente los museos que cerraron al final del viaje que hice en Spring Break en marzo pasado. Decidí no madrugar tanto y llegar al San Antonio Museum of Art cerca de las 2:00 de la tarde viniendo desde Odessa:





Hab
ía muy poquito arte europeo, pero en este museo se me hizo mejor el vidro soplado de Chihully, que aunque es completamente diferente, normalmente lo disfruto igual:








Entre otras cosas que había por ver, como por ejemplo, arte egipcio, arte latinoamericano y arte de los habitantes de las islas del Pacífico:






La mansion del museo McNay anunciaba entre otras cosas arte europeo, pero la mitad del museo estaba cerrado y no valía la pena visitarlo y pagar veinte dólares. Es más barato visitar el Louvre en París o el Hermitage en San Petersburgo, pero me queda la tranquilidad de haberlo palomeado:






De haber sabido la cantidad de gente, entre ellos algunos desconsiderados en el uso adecuado de las mascarillas, no habría ido a la Torre de las Américas:






Disfruté más la iglesia de San José, a la que por accidente me topé después de caminar un rato por el River Walk. Ahí donde alcancé a escuchar media misa que pensaba ver desde mi celular más tarde:






Son art
ísticos muchos de los pasos a desnivel en Texas. Por aquí pasé la noche para ir a Austin, pasando antes por Gruene, un expueblo alemán que ahora es parte de New Braunfells:










Como maestro entré gratis al Blanton Museum of Art en Austin:















El Wonderspace Austin no le llega al Teamlab Borderless ni al Teamlab Planets que hubiera querido visitar este año, pero si queda tiempo conviene verlo:










No soy liberal, pero admiro la manera en que los liberales piensan más en cuidar la salud de quienes están a su alrededor. En Austin era raro ver una nariz destapada en un lugar interior. Por los que no sabían, Austin es un bastión liberal en un estado todavía conservador.




Algún día habrá manera de regresar a Europa, a Japón, y a muchos otros lugares. Por ahora no me queda más que aprovechar los tesoros escondidos en Estados Unidos, que pensaba seguir descubriendo poco a poco, intercalándolos con viajes internacionales. Algún día habrá manera de regresar a México, conocer más de sus lugares, y abrazar a mis seres queridos. El hacer viajes cortos y usando mascarilla puede ser la mejor manera de ayudarme a mí mismo a desconectarme de este mundo tan emproblemado y a la vez ayudar a los negocios y museos a seguir empleando gente.