lunes, junio 22, 2020

Conociendo los Parques Nacionales de Estados Unidos



Después de terminar un año escolar con un final trágico donde como maestro es poco lo que puedes hacer para sentirte útil a raíz de el COVID-19, toda persona querría en su sano juicio olvidar los malos tiempos. Uno ve que a cada rato hablan de los héroes que están trabajando igual que antes: doctores, enfermeras, traileros, gente que vende alimentos, etc. Mientras a los demás se nos llama héroes por el simple hecho de quedarnos en casa. Desde que empezamos la cuarentena técninca en Estados Unidos (el 16 de marzo) he querido limitar los viajes a ida y vuelta el mismo día en lugares al aire libre para minimizer riesgos. No pudiendo ir a Alemania como estaba planeado pensé que este era el momento de manejar más que nunca para conocer algunos de los parques nacionales, además de lo que se atravesara en el camino. Un viaje de estos no pensaba hacerlo hasta dentro de varios años. Para minimizar riesgos me llevé toallas desinfectantes y antibacterial en el carro para usar cada que me tocara cargar gasolina, además de mascarillas para usar en todos los lugares interiores (fuera del cuarto del hotel). El primero de junio manejé de Odessa a Ratón, Nuevo México, que está a unos minutos de la frontera con Colorado:


Al día siguiente atravesé Colorado por la Carretera I-25 haciendo escala en Denver para dormir esa noche en Cheyenne, Wyoming:















Al día siguiente pude ver el capitolio, la catedral y un jardín botánico en la mañana. A diferencia del capitolio de colorado en Denver, el capitolio de Wyoming no tenía ningún rasguño por las protestas a raíz de la muerte fe George Floyd:










De ahí me aventé la carretera a Mount Rushmore, donde debo decir que había tramos muy bonitos, al igual que los pueblos que había ahí cerca:







Después de pasar la noche en Rapid City, Dakota del Sur fui hacia Billings, Montana para pasar una noche:








Al día siguiente tocó ir a Yellowstone y Grand Teton, para pasar dos noches en Jackson, Wyoming:

































Estábamos bajo una onda de calor, que para estos lugares fríos significaban temperaturas relativamente agradables, pero para la mañana del 7 de junio había entrado un frente frío junto con una tormenta invernal. Empezado el camio hacia Salt Lake City me tocó algo de nieve:


Ya no vi más nieve el resto del camino salvo en las montañas. En Salt Lake City estaba todo cerrado, pero no la catedral:






Para ir a Arches National Park desde Salt Lake City tuve que atravesar la sierra, donde me tocó otra nevada:




Llegando al parque me tocó nublado, pero afortunadamente alcanzó a salir el sol para ver el famoso arco delicado:







Pasé la noche en Moab, que está a unos minutos del parque para seguir explorándolo al día siguiente. Valió la pena regresar a Arches para de ahí pasar a Monument Valley:


























Esta última foto la tuve que tomar a las 7:20 de la noche porque esta zona pertenece a la Nación de los Navajos y tenían toque de queda de 8:00 de la noche a 5:00 de la mañana. Kayenta, Arizona estaba a unos 35 minutos manejando. Antes de manejar hacia Santa Fe, regresé a ver estos riscos otra vez:






El camino a Santa Fe te hace pasar muy cerca de este lugar sagrado para los Navajos, se llama “Shiprock:”


Recomiendo tomar un camino un poco más largo para poder ver este cañón entre Coyote y Gallina, Nuevo México:


Por último antes de llegar a Odessa me desvié un poquito al Jardín Zoológico en Carlsbad. No es la gran cosa pero me quedó la tranquilidad de haberlo visto:






Si tomamos medidas de sana distancia y usamos mascarillas, podemos ayudar a reactivar la economía sin que se enferme tanta gente al mismo tiempo, y a su vez disfrutar más los alrededores en lo que sale una vacuna para todos. Mientras tanto sigo aquí en mi casa manteniendo distancia de mis papás y mi hermana hasta este fin de semana que pasen los catorce días de haber llegado a Monterrey.