El vuelo salió directo de Dallas
a Dubái. Fueron como catorce horas y media. El vuelo salió temprano en la noche
del sábado 20 de noviembre de Dallas y llegó temprano en la noche a Dubái, pero
del día siguiente. Emirates es una excelente aerolínea, fuera de que son muy
especiales para que te pares al baño cuando la señal de usar cinturón de seguridad
está prendida.
El lunes 22 visité el acuario de
Atlantis, el Mall of Emirates, y en la tarde/noche fui a un tour por el
desierto:
Esa noche quedó tiempo para ver parte del mol de Dubái y alrededores:
El martes 23 pasé casi todo el día en la Expo Dubái 2020 (restrasada un año por el coronavirus), regresé al Carrefour del Mall of Emirates para comprar dulces, chocolates, galletas y sopas potencialmente suculentas y a cenar a un Shake Shack (¡benditas cadenas americanas!) que estaba en el mismo centro commercial:
Esa noche tuve la oportunidad de conocer
el hotel más lujoso del mundo: el Burj Al Arab. Estos tours tenían poco más de
un mes de haber empezado. Pagar más de mil dólares por noche en una de las habitaciones
más sencillas no vale la pena, pero por 70 dólares sí vale la pena un tour por
las habitaciones más lujosas donde se han quedado reyes, artistas, y políticos:
Otra opción de ver parte del
hotel y tomar fotos antes de los tours era ir a merendar por unos $173 dólares
(no quise hacerlo).
El miércoles 24 de noviembre fui
a terminar de conocer el Mol de Dubái (incluyendo el acuario) y las zonas aledañas, el Miracle Garden, la zona de Dubai
Marina y Global Village:
El jueves 25 agarré un Taxi a Abu
Dhabi. Estos taxis los pueden pedir en caliente ahí en el hotel y llegan en
menos de diez minutos. Son más baratos que un Uber. Después de hacer el
check-in en Abu Dhabi me fui al Parque Warner y al Ferrari World. Lo impactante
es que pude subirme a todas las atracciones (menos una que estaba cerrada en el
parque de Ferrari), pude tomar fotos y pude alcanzar a cenar en unas siete
horas. Eran como dos parques tipo Disney (sin Mickey u otros personajes de
Disney) pero con clima y SIN FILAS. En una de las atracciones pude haber
esperado diez minutos nada más. Pareciera que abrieron los parques solo para
mi:
Después de cenar en el Rainforest
Café me fui a ver la mezquita Sheikh Zayed de noche:
El viernes 26 no podia faltar el Louvre Abu Dhabi. No encontré muchas fotos llamativas en internet antes de ir para ver si valía la pena ir o no, pero con museos de este tipo normalmente no ves las fotos de las pinturas en internet. No se compara con el Louvre de París por su tamaño y su diseño modernista, pero no hay que dejar de verlo:
Por recomendación de un conductor
de Uber, visité el Emirates Palace justo después de hacerme la prueba PCR para
regresar a Estados Unidos:
En teoría iba a ver la mezquita Sheikh
Zayed otra vez de día, pero como los viernes abren hasta tarde, decidí dejarlo
para la mañana siguiente y tener una mejor iluminación. En vez de eso fui a
visitar la catedral de San José. No supe de otras Iglesias católicas en los
Emiratos Árabes así que pude aprovechar la misa a la que no fui el domingo que
llegué a Dubái. El poder hacerlo me hizo valorar la libertad religiosa que no
existe en algunos países cercanos:
El sábado 27 solamente tenía
agendado ir a ver las vistas del Burj Khalifa al regresar a Dubái, así que
aproveché la mañana para ir a ver la mezquita y por recomendación de otro
conductor de Uber, el palacio presidencial:
El domingo 28 llegué justo tres
horas antes del vuelo, y fue un error total. Había módulos para documentar
maletas e imprimir los pases de abordaje. Al formarme me recomendaron ir al
kiosko para ahorrar tiempo. Después de una hora en la fila no me leyó el
pasaporte la máquina. Un ayudante de la aerolínea me dice que para los vuelos a
Estados Unidos había que hacer fila en otra zona para revision de documentos
(cosa que no estaba señalizada), pero al ver que podría perder el vuelo en una
fila larguísima, me mandó al módulo de primera clase donde me atendieron en
unos minutos. Vi que a varias personas les estaban diciendo que hicieran lo mismo. Tuve como
una hora para ver las tiendas Duty Free antes de abordar. He leído
historias de terror de gente que toma fotos en el aeropuerto (por ir contra las
leyes), aunque esto no estaba señalizado, así que preferí no arriesgarme.
En el regreso fueron más de 16 horas. Pasamos por Irán, el mar Caspio, Rusia, Groenlandia y Canadá antes de llegar a Estados Unidos. No pude ver la Aurora Boreal en las zonas donde no sale el sol por un tiempo en otoño e invierno (el norte de Groenlandia):
Aunque las fechas que programó Omnilife para el resto de mi familia no coincidieron con mis vacaciones de Thanksgiving, el viaje valió la pena. Puede que regrese en unos años. Si nos conocemos, yo encantado de platicar contigo y darte recomendaciones o escuchar las tuyas.