Han sido casi dos años de esperar regresar a Europa. Sí, todos los viajes se disfrutan, pero este continente tiene algo especial. Hace dos años tenía planeado un viaje a Alemania que tuvo que posponerse indefinidamente por el coronavirus. Seguimos en una pandemia, y a pesar de haberme puesto tres dosis de la Pfizer, tuve coronavirus en enero mientras estaba en Washington y Baltimore. Mientras haya restricciones, uno siempre anda con el pendiente de dar positivo antes de salir fuera, y sobre todo, antes de regresar a Estados Unidos. Desde septiembre se planeó este viaje para ir en Spring Break, con la Esperanza de que las cosas mejoraran. Para estar más tranquilo, hasta compré seguro de cancelación.
A diferencia de París, en Roma está lleno de iglesias
increíbles, y la mayoría de ellas no reciben
muchos turistas, por lo que se pueden visitar tranquilamente. El único inconveniente
es que casi todas cierran unas cuatro horas alrededor del medio día, lo que complica
un itinerario bien planeado por zonas de la ciudad. Afortunadamente, el tiempo
alcanzó justo para ver lo
que estaba abierto, y descubrir algunas iglesias que fui descubriendo a pesar de que no estaban en el
itinerario.
Por el coronavirus, al menos hasta el mes de marzo pasado todavía pedían reservar los boletos para entrar a museos por internet, pero
solo los fines de semana.
Aunque no me acuerdo
del nombre de todas las iglesias que me topé, aquí están los mejores
recuerdos de estas iglesias, museos y lugares al aire libre en Roma y EL
Vaticano.
El segundo día, el lunes 14 de
marzo me fui caminando desde el hotel a El Vaticano. Quise salir cerca de las
8:00 AM para llegar cerca de las 9:00 de la mañana que es a la hora a la que abren
los Museos del Vaticano. Casi todos los lugares en Roma te dejaban usar
mascarillas simples o de tela, pero en este país me exigieron
ponerme una KN95 para poder entrar a los muesos:
Cuando sorprendían a alguien solamente pedían no tomar fotos. Además de eso, a cada tres minutos daban un recordatorio de esto con un micrófono como si fueran disco rayado. De ahí me fui a la basilica de San Pedro. Recomiendo pagar para poder subir hasta arriba (verla por dentro es gratis):
El tercer día, martes 15 de marzo empecé yendo al Castel Sant’Angelo, luego a la iglesia de Santa Maria dell'Anima, y Piazza Navona entre otros lugares:
El cuarto día, miércoles 16 de marzo tuve
qué regresar a Trastevere
por los horarios de algunos lugares que no te dejan ver todo a la hora que
quieres:
Del otro lado del río Tiber vi la Galleria Spada, la iglesia de Sant'Andrea della Valle, el Pantheon (que se ve mejor en pintura), la iglesia de San Ignacio de Loyola, el monumento a Vittorio Emmanuele, y la Chiesa del Gesù, entre otras:
El quinto día, el jueves 17 vi
la Basilica Papale San Paolo Fuori le Mura, Musei Capitolini, Galleria Doria
Pamphilj, Fontana di Trevi y Piazza di Spagna, entre otros lugares:
Esa tarde, antes de visitar la Escalera Santa y la Basílica de San Juan de Letrán, llegué al Casino Massimo Lancellotti, que según Google Maps estaba abierto. Al ver que estaba cerrado, toqué el timbre. Cuando contesta una chava (ni me acuerdo de qué dijo o en qué idioma habló) le pregunté en inglés si estaba abierto el museo. Me abrió la puerta y un señor que iba de salida me dijo a dónde meterme en lo que parecía una casa rodeada de jardines que a su vez estaban rodeados de un edificio en forma de U cuadrada:
Estos son los frescos que vi:
Al querer salir veo
que la puerta estaba cerrada. Después de buscar ayuda para salir por toda puerta que pude abrir en ese edificio en forma de U, finalmente
vi gente en una oficina y me dijeron que le picara al botón. Un botón que no estaba a simple vista (según recuerdo) me dejó salir y caminar. A unas dos cuadras de ese lugar se puede llegar a la Escalera Santa, seguida por la Basílica de San Juan de
Letrán:
El sexto día, el viernes 18 fue para ver principalmente iglesias durante el día y luego ver Roma y El Vaticano de noche:
El séptimo y último día, el sábado 19 de marzo
empecé el día caminando a la
Galleria Colona:
Justo al quedar 24 horas para el vuelo de regreso a Estados Unidos me fui a hacer la prueba de coronavirus. Esto tardó rato, pero quedó tiempo para ver el Coliseo y el Foro Romano (meramente un paseo cultural, pero no espectacular) y las iglesias abiertas que me faltaba por ver:
Esta es la auténtica comida italiana que cené algunas noches:
Otras noches cené mozzarella fresco y galletas, aceitunas, o botana.
El editar las fotos se ha vuelto un proceso tedioso, pero a la vez necesario. Usando el programa de fotos de Windows 10 podía mejorar el color y aumentar ligeramente la nitidez, además de borrar manchas. Después seguía el Photopad, que me ayuda a mejorar un poco la iluminación y a eliminar el exceso de color amarillo que se genera cuando se aumenta el color de las fotos del Pixel. El nuevo programa en Windows 11 no ayuda a mejorar la nitidez ni a quitar manchas, pero sí ayuda a mejorar la iluminación de las fotos. Como en la computadora de la escuela tengo todavía el programa de Windows 10, he estado usando ese antes de editar las fotos otra vez con el Photopad y el programa de fotos de Windows 11. Con esto he mejorado la calidad de las fotos, pero pareciera que es la mejor manera de entretenerse en el tiempo libre.
Un fin de semana quise interrumpir la rutina e ir a Ennis a observar
esto:
El Lupinus texensis crece mejor al lado del Buc-ee’s de Ennis, y también afuera de una iglesia Bautista del otro lado de la carretera I 45 que es donde está el Buc-ee’s.
Después de ver los museos de Meow Wolf en Santa Fe y en Las Vegas quise escaparme a Denver para ver el museo de objetos y esculturas color neón más grande construido hasta ahora. Hubo cosas que me gustaron, pero hubo muchas cosas que no me gustaron que no había notado en los otros dos museos. Parecía haber caras malvadas y diabólicas. Al consultarlo con un sacerdote exorcista, decidí borrar todas las fotos. Por lo mismo, no recomiendo visitar este lugar ni otros museos de este nombre que haya o pueda haber en el futuro.
Aproveché el resto del viaje
para ver el Museo de Arte, el Capitolio, La Catedral, un jardín botánico y el museo de
ciencias:
Estoy a menos de
tres semanas de cumplir un sueño más y hacer un viaje de dos meses. No sé si vine a este
mundo a ser maestro y deba jubilarme siendo maestro en unos 26 años. Aún si decido hacerlo,
o si decido seguir pensando hacerlo por muchos años más, no es viable
estar cumpliendo tantos sueños de conocer el mundo en tan poquito tiempo si lo
que quieres es una casa.
¿Serán estas fotos de calidad suficiente para que alguien quiera pagarme por viajar y tomar fotos? No sé si extrañe regresar a lo que es vivir una vida normal en caso de que así fuera. Mientras descubro si mi misión es seguir enseñando ciencias o no, espero poder estar ayudando a que mis alumnos tengan una mejor vida y sean mejores personas el día de mañana, sin importar si fueron de los que más disfrutaron de mi clase o no.
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